Preocupación de los Gobernadores por la Caída en la Recaudación y su Impacto en las Previsiones Presupuestarias

3 de junio de 2025

Las administraciones provinciales en Argentina están enfrentando un escenario económico complejo que no estaba previsto en la magnitud actual a principios de año. El optimismo inicial se ha diluido a medida que la recaudación vinculada al consumo no ha mostrado una recuperación firme, lo que está afectando significativamente las previsiones presupuestarias.

Optimismo Diluido

En 2024, los recursos automáticos de origen nacional para las provincias, que incluyen la coparticipación y otras leyes especiales de reparto automático, registraron una caída real del 10%. Para 2025, se esperaba una recuperación significativa de la actividad económica que impulsara la recaudación y permitiera recomponer los márgenes fiscales. Sin embargo, este optimismo se ha ido desvaneciendo debido a una recaudación que no ha mostrado el repunte necesario para sostener los recursos distribuidos a las provincias.

Recaudación Vinculada al Consumo

El IVA, principal fuente de recursos dentro de la masa coparticipable, ha tenido un desempeño errático. Aunque creció en los primeros tres meses del año, impulsado en parte por una baja base comparativa, cayó en abril y mayo, ubicándose por debajo de las expectativas previas. En el acumulado de enero a mayo, el tributo apenas se recuperó un 1.1% real frente al mismo período de 2024, lo que representa un rebote mucho más débil de lo anticipado.

Ganancias e Impuestos Internos

El impuesto a las Ganancias, el segundo en importancia dentro del reparto federal, mostró cierta mejora en los primeros meses del año, pero en mayo registró una caída mayor a la esperada, arrastrando al tributo a cerrar el período con una variación acumulada negativa del 2.0%. Por su parte, los Impuestos Internos, muchos de los cuales están muy ligados al consumo, muestran una baja del 0.7%. Solo el conjunto «Otros Coparticipados» registra una suba del 24.1%, pero representan menos del 1% del total distribuido, por lo que su impacto es marginal.

Coparticipación en los Primeros Cinco Meses del Año

El saldo acumulado de la coparticipación muestra una variación real levemente negativa del 0.1%. Aunque este número parezca marginal, genera preocupación por dos razones: primero, porque se esperaba una variación positiva más robusta, y segundo, porque debilita las proyecciones para los meses siguientes.

Otros Componentes de las Transferencias Automáticas

Además de la coparticipación, otros componentes de las transferencias automáticas, como Leyes y Regímenes Especiales y la Compensación del Consenso Fiscal, muestran variaciones acumuladas positivas en lo que va del año: +28.7% para Leyes Especiales (impulsado por el impuesto a los Combustibles y el Monotributo) y +93.5% para la Compensación del Consenso Fiscal (producto de la actualización de los montos a distribuir).

Estos dos componentes, al crecer con fuerza, han logrado modificar el desempeño total de las transferencias automáticas. Al consolidar los tres bloques (Coparticipación, Leyes Especiales y Compensación), el total acumulado de enero a mayo de 2025 muestra una suba real del 2.7%. Sin embargo, dado que Leyes Especiales y Compensación explican apenas el 7% del total de las transferencias automáticas, si desaceleran su crecimiento y la coparticipación no repunta, el consolidado podría ingresar en terreno negativo en los próximos meses.

Comparación con Años Previos

En comparación con 2024, las transferencias automáticas totales crecen un 2.7%, impulsadas por los componentes complementarios a la coparticipación neta. Pero en comparación con 2023, se observa una caída real del 6.9%, lo que indica que aún no se ha consolidado un proceso genuino de recuperación de recursos para las provincias.

Preocupaciones y Tensiones Interjurisdiccionales

Las provincias enfrentan un escenario complejo que no estaba previsto en esta magnitud a principios de año. Los principales tributos coparticipables no logran repuntar con la fuerza esperada, y los recursos que sí crecen tienen un peso demasiado bajo como para sostener estructuralmente una tendencia al alza. Esto plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de los presupuestos subnacionales en el mediano plazo.

La elevada dependencia de las transferencias automáticas deja a muchas jurisdicciones expuestas a los vaivenes de la recaudación nacional y a decisiones de política tributaria que no controlan, pero que las afectan directamente. Esto ha vuelto a instalar una tensión interjurisdiccional latente, donde los gobernadores reclaman previsibilidad y resguardo fiscal, mientras el gobierno nacional busca preservar sus propios equilibrios.

Proyecciones y Sostenibilidad

De sostenerse las tendencias actuales, las transferencias automáticas podrían caer hasta un 4% en términos reales durante 2025, agravando el escenario ya observado en 2024. En 2024, las transferencias automáticas de origen nacional representaron el 45.5% de los ingresos totales de las jurisdicciones subnacionales y se elevan al 49.8% para el conjunto de las provincias, excluyendo a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

Las realidades por distrito son variadas: provincias como La Rioja, Formosa y Catamarca tienen una dependencia superior al 80% de transferencias automáticas sobre el total de sus ingresos, y en otras doce provincias representan más del 50%.

La falta de recuperación genuina de la coparticipación vuelve a instalar una tensión interjurisdiccional latente, donde los gobernadores reclaman previsibilidad y resguardo fiscal, mientras el gobierno nacional busca preservar sus propios equilibrios. La recuperación de los ingresos automáticos sigue pendiente, y con ella, la capacidad de las provincias para ejecutar políticas públicas sin tensionar aún más sus finanzas.