Recuperación Económica 2025: Sólo para Altos Ingresos, Mientras el Consumo de Clases Medias y Bajas Sigue Cayendo

ARGENTINA. Tras varios meses de aparente crecimiento económico en Argentina, surgen nuevas señales de alerta. La recuperación iniciada a principios de año no logra consolidarse de manera homogénea, profundizando las disparidades entre los sectores sociales, según el último informe de la consultora Moiguer. El estudio advierte sobre la consolidación de dos Argentinas : mientras los sectores de altos ingresos consumen en dólares, la mayoría de la población sigue ajustando proporcionalmente sus gastos básicos. En paralelo, el desempleo aumenta y el poder adquisitivo continúa en caída.

El informe sintetiza que «la recuperación económica no llega a todos y profundiza las desigualdades del presente entre los distintos estratos sociales». Evidencia de cómo los segmentos medio-bajos y bajos se ven obligados a reducir consumos esenciales, mientras los niveles medio-altos y altos expanden sus gastos, a menudo en dólares. El mapa social se bifurca en una Argentina «pesificada» que se ajusta y otra «dolarizada» que aprovecha el nuevo clima económico para viajar, invertir y realizar compras.1

Desempleo y Salarios en retroceso: La Realidad de Sectores Medios y Bajos

El retroceso del consumo en los sectores medios y bajos se correlaciona directamente con una preocupante caída del empleo. En el primer trimestre del año, el desempleo trepó al 7,9% , según el último dato del INDEC, marcando el nivel más alto desde que Javier Milei asumió la presidencia y un máximo desde la salida de la pandemia.2Esta desocupación golpea especialmente a jóvenes y mujeres.

Asimismo, los ingresos laborales continúan reduciéndose frente a la inflación: los salarios registrados (privados y públicos) acumulan una pérdida del 6% en términos reales entre noviembre de 2023 y marzo de 2025 . Dentro de esta categoría, el salario público es el más afectado, con una caída del 15,1% real en ese período, mientras que los salarios privados cedieron un 0,9%, explicado en su totalidad por el descenso de marzo.

La percepción de la población refleja este deterioro: un 61% de los hogares afirmó que en el segundo trimestre del año sus ingresos quedaron por debajo de la inflación . Solo un 11% dijo que estuvo por encima y un 28% que la empardaron. Además, el 50% del total de la población declara no llegar a fin de mes , y un 30% confía que debe renunciar a gastos básicos para pagar servicios. En los segmentos más bajos, estos porcentajes ascienden al 64% y 45% respectivamente.

Consumo Bifurcado: Dólares vs. Pesos

A pesar de la desaceleración del consumo masivo, los rubros vinculados al dólar muestran una expansión acelerada:

  • La venta de 0km creció un 94% .
  • El turismo emisor avanzó un 80% .
  • Las importaciones de bienes de consumo escalaron un 60% .

En marcado contraste, las ventas de supermercados y alimentos cayeron entre un 4% y 9% respectivamente, según datos de Scentia y CAME.

Esto dibuja un escenario donde una parte de la sociedad realiza compras en el exterior y planifica viajes, mientras la mayoría depende de promociones y descuentos para sostener su nivel de vida. El informe describe un «perfil expansivo» en el consumo para los niveles medios-altos, pero un patrón de ajuste continuo en el resto de la pirámide social.

A pesar de que la inflación continúa su desaceleración —con una suba de apenas 2,4% en abril y 1,5% en mayo, según el INDEC—, la percepción social no acompaña esta mejora. El 26% de los encuestados define la situación del país con palabras como «recesión», «inestabilidad» o «crisis», y un 36% cree que existe una alta probabilidad de una nueva crisis económica en los próximos meses. La mejora en los índices, lejos de aliviar el clima, parece agravar la sensación de desigualdad.

Aunque la economía crece, también lo hace la desigualdad. Este crecimiento segmentado profundiza la exclusión de los sectores bajos, erosiona la cohesión social y la credibilidad sobre el rumbo económico. Sin embargo, el 43% de la población mantiene una expectativa positiva, asociando la situación actual con palabras como «bonanza», «esperanza», «estabilidad» y «crecimiento».

El Gobierno insiste en mostrar los «brotes verdes» de su gestión con una inflación en baja y algunas señales de recuperación. No obstante, el informe de Moiguer sugiere que, detrás de los promedios, la realidad es mucho más desigual: mientras los sectores altos se «dolarizan» y expanden su consumo, la mayoría sigue ajustándose.

¿Consideras que esta bifurcación económica es sostenible a largo plazo? ¿Qué medidas crees que serían necesarias para lograr una recuperación más equitativa?