Reforma Laboral: El Gobierno garantiza que los cambios solo afectarán a los nuevos empleos
Julio Cordero, secretario de Trabajo, enfrentó las críticas del kirchnerismo en el Senado y aseguró que la ley respetará todos los derechos adquiridos. «Es un momento histórico. No podemos mirar para otro lado», afirmó.
En un plenario caldeado de las comisiones de Trabajo y Presupuesto del Senado, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, trazó este miércoles la línea definitiva que busca tranquilizar a millones de trabajadores: la reforma laboral propuesta por el Gobierno se aplicará únicamente a las nuevas contrataciones.
«La iniciativa va a aplicar para los nuevos [empleos]. Los anteriores tienen los derechos consagrados», afirmó con contundencia Cordero, cerrando una de las puertas de conflicto más sensibles del proyecto de ley.
La declaración llegó como respuesta directa a una extensa batería de críticas lanzadas por el senador kirchnerista Mariano Recalde, quien acusó a la reforma de fomentar un «revanchismo patronal» y alertó sobre la caída del empleo y el cierre de empresas.
El debate: Dos visiones enfrentadas sobre el futuro del trabajo
El choque en el recinto expuso dos modelos antagónicos.
Desde el oficialismo, Cordero argumentó que el mundo cambió y que muchas personas hoy prefieren ser autónomas. Para aquellos en relación de dependencia, la ley busca, según él, devolver un margen de «poder de organización y control» al empleador, eliminando rigideces que, a su juicio, hoy «perjudican» en vez de fomentar el empleo. Aseguró que la ministra Sandra Pettovello dio órdenes explícitas de «conservar los derechos esenciales».
Desde la oposición, Recalde desgranó una lista de «peligros»: incentivos a la triangulación laboral, desprotección de repartidores de plataformas, indemnizaciones reducidas «a favor del empleador», vacaciones fraccionadas (con una base de 14 días que consideró insuficiente), y la «fantasía» del banco de horas. «Nunca una ley laboral logró que se genere empleo, en la Argentina y en el mundo», sentenció.
La pulseada parlamentaria: Carrera contra el reloj
Más allá del debate ideológico, en los pasillos del Congreso se libra otra batalla: la de los votos. La Jefa de Gabinete de Ministros, Patricia Bullrich, lidera un frenético ida y vuelta de borradores con aliados y bloques indecisos. El objetivo es claro: evitar firmas en disidencia o, lo que sería una derrota táctica, tener que modificar el proyecto en el recinto por falta de apoyo.
La hoja de ruta oficialista es ambiciosa: dictaminar este viernes y llevar la reforma laboral al recinto el próximo 26 de diciembre. Cualquier demora podría postergar la votación al límite, el lunes 29, en el ocaso de las sesiones extraordinarias convocadas por el presidente Javier Milei.
En paralelo, el Gobierno avanza en otros frentes clave. Mientras en el Senado también comenzó el debate por modificaciones a la Ley de Glaciares, la Cámara de Diputados se apresta a aprobar hoy el Presupuesto 2026 y la Ley de Blanqueo.
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La reforma laboral promete ser uno de los debates legislativos más intensos del verano. ¿Cree que flexibilizar las reglas para nuevas contrataciones es el camino para generar empleo? ¿O comparte la visión de que se erosionan derechos históricos? Su opinión nos interesa. Participe en los comentarios.
