Renuncia Sorpresiva en la Regional Educativa IV-B de Quitilipi: Luis Portillo Cierra una Etapa y Abre el Debate sobre el Futuro de la Educación Local

QUITILIPI, Chaco. La jornada festiva de San Antonio, patrón de Quitilipi, amaneció ayer con una noticia que resonó en el ámbito educativo local: el licenciado Luis Alberto Portillo, director de la Regional Educativa IV-B, anunció su renuncia al cargo. Motivos personales «impostergables» fueron esgrimidos por Portillo, quien se desempeñaba en esa posición desde el inicio de la actual gestión provincial de Leandro Zdero. La decisión, si bien esperada por algunos, tomó por sorpresa a gran parte de la comunidad educativa.
Consultado por nuestra agencia, Portillo adelantó sus planes inmediatos: un merecido receso para gozar de días compensatorios por vacaciones adeudadas, para luego analizar seriamente la posibilidad de iniciar los trámites jubilatorios. Un cierre de ciclo que marca el fin de una etapa intensa en su vida profesional.
Una despedida con emoción y un equilibrio de gestión.
La despedida de Portillo no se limitó a las reuniones protocolares de la última semana. El ya exdirector eligió las redes sociales para compartir una carta emotiva, reflejo de la profundidad de su decisión. «No fue una decisión fácil, porque significa cerrar una etapa profundamente significativa en mi vida profesional y humana», escribió, conmoviendo a sus colegas ya la comunidad en general.
En su mensaje, Portillo no escatimó en agradecimientos. Desde la gestión hasta la supervisión, pasando por la dirección de escuelas y la incansable labor diaria en las aulas, todos fueron reconocidos por su acompañamiento. «Nos propusimos metas altas. Apostamos a la innovación, a garantizar una educación más inclusiva, y especialmente, a una política de alfabetización que buscó devolverle a millas de niños el derecho fundamental a leer, escribir y comprender el mundo. Lo hicimos convencidos de que no hay transformación social sin educación, y que no hay educación de calidad sin compromiso colectivo», afirmó, dejando en claro la impronta y los objetivos que marcaron su gestión.
«Me voy tranquilo»: la satisfacción del deber cumplido
En un equilibrio de su actuación al frente del organismo educativo, el profesor Portillo enfatizó los desafíos superados y el invaluable apoyo recibido. «Fueron tiempos de desafíos intensos, de decisiones que debimos tomar bajo presión, pero también de una fuerza enorme que vino del compromiso genuino de ustedes, que creyeron, sostuvieron y llevaron adelante las políticas con una entrega ejemplar. Nunca caminamos solos; el acompañamiento, la escucha y el trabajo en red fueron la base de cada logro».
Con la voz de la experiencia y la serenidad de quien ha dedicado su vida a la educación, Portillo concluyó: «Me voy con la tranquilidad de haber sembrado junto a ustedes, y con la esperanza de que lo sembrado seguirá creciendo. Me llevo el orgullo de haber formado parte de un equipo que creyó en el poder transformador de la educación pública».
Finalmente, su despedida se cerró con un agradecimiento a todos por la confianza y el respeto, dejando una frase que resuena como un eco de su compromiso: «El camino continúa y estará siempre del lado de quienes creen que educar es construir futuro».
La renuncia de Luis Alberto Portillo abre ahora un interrogante sobre quién será su sucesor y qué rumbo tomará la Regional Educativa IV-B en este nuevo capítulo. Lo que es innegable es el legado de un profesional que, con dedicación y compromiso, dejó su huella en la educación de Quitilipi.