¡Sáenz Peña se llena de tesoros en mil ferias!

Todos los fines de semana se convocan alrededor de 150 familias que venden ropas y calzados, en un escenario complicado de la economía social.

«Quedó sin trabajo mi esposo», «no alcanza para comer ni a mitad de mes», «las boletas de luz son carísimas», «para la nafta de la moto o el automóvil» o simplemente «para ayudar al diezmado sueldo» fueron las decenas de testimonios que destacaron los feriantes de avenidas 1 y 28, en un escenario complicado de la economía social que, con el paso de los días, se va degradando.

Si bien las denominadas «ferias americanas» -es decir, las ventas de ropas de segunda mano en buen estado de uso- están esparcidas en varios barrios y puntos de la ciudad, la mayor concentración de estas se da sobre las veredas de las avenidas Malvinas Argentinas (28) y Sarmiento (1), donde todos los fines de semana se convocan alrededor de ciento cincuenta familias para la venta.

AYUDA, PERO NO ALCANZA

En su mayoría los que expusieron sus testimonios, tanto feriantes como clientes que llegan todos los fines de semana a comprar ropas y calzados de segunda mano, dijeron que «lo hacen porque la plata no alcanza ni para poder comer bien en el mes, menos para vestirse». Uno de los testimonios fue el de Gerardo Acosta. «Nosotros, con mi familia, llegamos recién desde Napenay en motocicleta, nos enteramos de esta feria grande y llegamos con mi esposa para poder comprar abrigos para nuestros hijos», comentó Germán Acosta, que recorría los doscientos metros de feria en busca de lo que estimara conveniente comprar.

En sus testimonios por parte de los vendedores, dijeron que «en la mejor de las ventas, llegando a vender bien, podés irte con $20.000 y hasta $30.000, por día». «Aunque si vendés calzados, que suman unos pesos extras -pero no se cobran más de $4000 o $5000-, juntás un poco más, pero todo depende la ecuación. Si lo que vendes tenés que repartir a quien te dio la mercadería para que la vendas, te queda menos», aclaró José, el vendedor.

«Esto ayuda bastante, ahora que la construcción está parada, porque soy albañil- aclaró-. No tengo ingresos buenos, y es por eso que, con mi esposa, nos enfocamos más en las ventas de ropas aquí en la avenida, aunque ella ya viene desde hace más de cinco años».

LOS PRECIOS

Casi la totalidad de los puestos de ventas están manejados por mujeres, que llegan todas las mañanas bien temprano, cada sábado y domingo, apostándose en sus respectivos lugares, que tienen reservados desde hace siete años algunos de los casos. La consultadas indicaron que el precio al que se venden, tanto ropas como calzados, son entre «cuatro y cinco veces más baratos que los que se consiguen en las tiendas, incluso de segundas marcas».

Entre los precios que se pudieron relevar, está el de los pantalones; en el caso de un pantalón de jean para hombres, entre $2000 y $3000, para damas clásicos $3000, de vestir $3500. Mientras que la ropa de invierno tiene un costo superior: buzos polares desde los $4000 hasta cerca de $7000, según los detalles; camperas rompeviento entre $3000 y $6000; camperas gruesas con detalles, desde $7000 a $9000, bufandas, gorros y guantes, muchos de estos artículos son nuevos, según los puestos de ventas. También los calzados se pueden ver en gran cantidad, todos en buen estado, como nuevos: para niños zapatillas, $4000 y hasta $6000, zapatos escolares o de vestir, $5000 a$8000 , botas para el invierno a partir de los $6000.