Un año sin Loan: el dolor de una madre y la lucha incansable por la verdad

El 13 de junio de 2024, el pequeño Loan Danilo Peña, de cinco años, desapareció sin dejar rastro en el paraje Algarrobal, en la localidad correntina de 9 de Julio. Lo que comenzó como un alegre almuerzo familiar en la casa de su abuela Catalina Peña se convirtió en una tragedia que, un año después, sigue sin resolverse. A medida que el calendario marca el primer aniversario de su ausencia, la Justicia mantiene su búsqueda activa, con siete imputados por la sustracción y ocultamiento del menor y otros diez acusados por obstruir la investigación. Sin embargo, para María Noguera, la madre de Loan, el paso del tiempo no atenúa el dolor: “Me hace falta mucho mi hijo. Él es mi compañerito más chiquito y me hace falta un montón”.
Un día que cambió todo
El 8 de mayo de 2025, Loan debería haber celebrado su sexto cumpleaños, quizás rodeado de globos, una torta y los abrazos de su familia. En cambio, ese día pasó sin certezas, sin saber si alguien le cantó el feliz cumpleaños o si, en algún lugar, simplemente fue un día más. María, desde su hogar en 9 de Julio, sigue esperando a su hijo junto a su esposo José y sus otros hijos. La imagen de Loan, partiendo a caballo con su padre hacia la casa de su abuela para un almuerzo por el Día de San Antonio, permanece grabada en su memoria. Era la primera vez que el pequeño visitaba el Algarrobal, y nadie imaginó que sería la última vez que lo verían.
“Es muy triste. José no puede estar en casa porque le falta un hijo. Lloramos, pero nos levantamos otra vez. Ya es mucho tiempo, un año sin saber… Por favor, que hablen, que digan dónde está Loan, qué pasó ese día”, suplica María en una entrevista con Infobae. Su voz refleja una mezcla de angustia, esperanza y frustración hacia los siete detenidos que, según la Justicia, tuvieron un rol en la desaparición de su hijo.
Una investigación compleja: siete imputados y un plan coordinado
La investigación, a cargo de la jueza federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo, y los fiscales Mariano de Guzmán, Marcelo Colombo y Alejandra Mángano, de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), ha avanzado con la hipótesis de que la desaparición de Loan no fue un accidente, sino un acto deliberado. Siete personas enfrentan cargos por sustracción y ocultamiento de un menor: Laudelina Peña (tía de Loan), su esposo Antonio Benítez, Daniel Oscar Ramírez, Mónica del Carmen Millapi, María Victoria Caillava, Carlos Guido Pérez y el excomisario Walter Adrián Maciel. Según los fiscales, estos imputados actuaron de manera coordinada para apartar a Loan de la custodia de su padre durante el almuerzo, llevándolo a un naranjal fuera del alcance visual de los adultos en la casa.
La fiscalía sostiene que se montó una escena para simular que Loan se había perdido, incluyendo la plantación de una zapatilla en un lodazal, atribuida al excomisario Maciel, quien habría obstaculizado las primeras horas de búsqueda. “En ninguna oportunidad se hallaron rastros fehacientes del niño que lo ubicaran fuera de la órbita del naranjal”, subrayaron los fiscales, descartando la hipótesis inicial de que Loan se extravió en el monte. Además, pericias con perros adiestrados detectaron rastros odoríferos de Loan en dos vehículos de Caillava y Pérez, lo que reforzó la teoría de que el niño fue trasladado fuera del lugar.
El caso, que pasó al fuero federal el 24 de junio de 2024 debido a la sospecha de trata de personas, está a un paso del juicio oral, con los siete imputados bajo prisión preventiva, salvo Millapi, quien cumple arresto domiciliario por motivos relacionados con sus hijos menores.
Una causa paralela: la obstrucción de la verdad
A la complejidad del caso se suma una causa paralela que involucra a diez personas acusadas de entorpecer la investigación. Estas, presentándose como asesores de la “Fundación Lucio Dupuy”, habrían manipulado testimonios de menores presentes en el almuerzo y retenido a testigos clave, obstaculizando las diligencias judiciales. Entre los acusados se encuentran el psicólogo Federico Rossi Colombo, Nicolás Soria (alias “El Yanqui” o “El Americano”), y varios abogados, todos bajo investigación por defraudación a la administración pública y manipulación de pruebas. La Justicia ha decidido unificar esta causa con la principal para evitar juicios fragmentados, lo que refleja la magnitud del entramado que rodea la desaparición de Loan.
El grito de una madre: “No lo borremos de la memoria colectiva”
María y José, los padres de Loan, han enfrentado no solo la incertidumbre de su ausencia, sino también especulaciones mediáticas y maniobras que han complicado la búsqueda. En un comunicado emitido meses atrás, pidieron evitar “especulaciones públicas” y reafirmaron su confianza en la Justicia como la única vía para esclarecer el caso. “No hay dolor más profundo ni desesperación más intensa que la que atraviesa una familia que no sabe dónde está su hijo. Nuestra única prioridad es encontrarlo con vida”, expresaron.
María, en particular, ha compartido el impacto emocional de esta pérdida. En una entrevista con Crónica TV, relató un sueño recurrente en el que Loan regresa y le dice: “Volví, mamá, mi pelo está largo”. Estas palabras, cargadas de esperanza y dolor, reflejan la lucha diaria de una madre que se niega a rendirse.
La comunidad de 9 de Julio y el país entero han acompañado esta búsqueda con movilizaciones, alertas de Interpol y una recompensa de 5 millones de pesos ofrecida por el Ministerio de Seguridad. Sin embargo, a pesar de los amplios rastrillajes y las denuncias de avistamientos en lugares tan lejanos como Colombia o Chubut, no ha surgido ninguna pista concreta sobre el paradero de Loan.
Un caso que interpela a la sociedad
La desaparición de Loan no es un caso aislado. Según la ONG Missing Children Argentina, en las últimas tres décadas, al menos 112 casos de niños desaparecidos permanecen sin resolverse, y cada año se registran alrededor de 1.460 denuncias por menores extraviados. La activación de la Alerta Sofía y la intervención de fuerzas federales en el caso de Loan reflejan la urgencia de abordar este flagelo, pero también evidencian las fallas de un sistema que, en muchos casos, avanza con lentitud.
La historia de Loan es un recordatorio doloroso de la vulnerabilidad de los niños y de la necesidad de un compromiso colectivo para protegerlos. Mientras la Justicia sigue investigando, María y José se aferran a la esperanza de que su hijo regrese. “No lo borremos de la memoria colectiva”, pidieron, y su ruego resuena como un llamado a no bajar los brazos.
Una invitación a no olvidar
A un año de la desaparición de Loan, la herida sigue abierta, pero la búsqueda no se detiene. ¿Qué podemos hacer como sociedad para apoyar a familias como la de Loan? ¿Cómo podemos contribuir a que casos como este no queden en el olvido? Invitamos a los lectores a compartir sus reflexiones y experiencias en los comentarios. Cada voz cuenta para mantener viva la esperanza de encontrar a Loan y a tantos otros niños desaparecidos.