Un conflicto gremial que lleva más de 40 días 

No se consigue ni en el Chaco, ni en Corrientes, ni en todo el Litoral, donde están las principales areneras de la región.

Un conflicto gremial jaquea a la construcción y no se vislumbra solución a corto plazo. El conflicto se inició en enero, por los porcentajes de aumento salarial que reclaman los trabajadores nucleados en los sindicatos Somu, Siconera y el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas.  

   «El problema es de los dueños de los barcos, que no quieren pagar lo que piden los sindicatos y no hay acuerdo. Tampoco se llamó a conciliación obligatoria, como sucedió en Buenos Aires. Para conseguir arena en Corrientes, en el Chaco, en Formosa y en todo el Litoral hay que ir a Buenos Aires o Misiones, donde los trabajadores decidieron no plegarse al paro y continúan trabajando», dijo el administrador de una arenera.

Como consecuencia, para obtener arena en estas regiones, es necesario recurrir a proveedores de Buenos Aires o Misiones, donde los trabajadores han decidido no acatar las órdenes de los sindicatos y continúan trabajando. Esta situación ha generado un aumento en los costos y dificultades para llevar a cabo proyectos de construcción en la zona.

   Los sindicatos exigen un aumento salarial del 135%, además de bonos adicionales. Sin embargo, los propietarios de los barcos argumentan que no pueden pagar. El mercado de la arena está doblemente afectado, ya que depende en gran medida de la obra pública nacional, que actualmente está paralizada por decisión del gobierno de Milei.

   El conflicto se inició en enero y, hasta el momento, no se ha encontrado una solución. La falta de arena genera preocupación en la construcción, que depende de este material para todos sus proyectos. Se espera que las autoridades del Ministerio de Trabajo de la Nación intervengan para buscar una resolución que permita restablecer el suministro de arena en la región.