Un Llamado a Nuestros Gobernantes: «El INTA que Conocimos»

Con una mezcla de dolor e impotencia, el Ing. Héctor Ferrario del Colectivo INTA, exjefe de la AER INTA San Martín (Chaco) y expresidente del Instituto de Investigaciones Forestales y Agronómicas (IIFA) del Chaco, ha escrito un emotivo artículo para describir el impacto del decreto que está por publicarse en el Boletín Oficial. Ferrario no escribe desde la nostalgia, sino desde la necesidad de describir con claridad lo que implica este decreto para el futuro del INTA.

El INTA que Quedó Atrás

Ferrario señala que el decreto marca el fin de un INTA federal, presente en todo el país y adaptado a las condiciones agroecológicas, al potencial humano, a la historia y a la cultura productiva de cada región. También lamenta la pérdida del INTA participativo, que funcionaba mediante los Consejos Locales Asesores en las Agencias de Extensión Rural (AER) y en las Estaciones Experimentales Agropecuarias (EEA).

El INTA articulado, donde lo público y lo privado se encontraban en los Consejos de los Centros de Investigación y los Centros Regionales, también es parte del pasado. Ferrario recuerda un INTA con conducción colegiada, donde el Consejo Directivo definía las políticas tecnológicas del organismo, con cerca de 1,800 representantes del sector productivo, académico, educativo y de otras organizaciones participando activamente en la planificación, aprobación, seguimiento y evaluación de los programas y proyectos del INTA.

Un INTA Abarcativo e Inclusivo

El INTA que conocimos era abarcativo e inclusivo, investigando y desarrollando tecnologías para pequeños, medianos y grandes productores, y para todas las economías regionales. Era un INTA territorial, con sus AER vinculadas diariamente con productores y sus familias, docentes rurales, estudiantes, jóvenes profesionales, cámaras empresariales, cooperativas, municipios y organizaciones sociales.

Ferrario también destaca la pérdida del INTA que preservaba la soberanía genética, con sus EEA como resguardo del patrimonio hereditario: bancos genéticos con especies estratégicas como la vid y el olivo en Cuyo, cítricos en el Litoral, forestales en el Norte y en el Sur, entre otros. Era un INTA que experimentaba e innovaba, con ensayos en diferentes suelos y climas para evaluar nuevas líneas genéticas y cultivares adaptados, resistentes a plagas y enfermedades locales.

El Impacto del Decreto

Lo que propone este decreto es, en esencia, la pérdida de soberanía territorial. Pretende reducir al INTA a una estructura delgada, con una gran cabeza centralizada y cuerpos regionales débiles. Se promueve el centralismo y el vaciamiento democrático dentro del organismo: un presidente con poder absoluto, subordinado al gobierno de turno, sin participación real del sector privado, cooperativo, académico y de las organizaciones de productores.

El decreto también abre la puerta a la venta de tierras que históricamente generaron recursos para planes de investigación y extensión. Ferrario advierte que detrás de esto hay un intento encubierto de hacer caja, no para producir ni generar trabajo, sino para cumplir con compromisos con organismos internacionales. Además, debilita nuestra soberanía tecnológica, ya que un país que no invierte en ciencia y tecnología queda rezagado en un mundo donde el conocimiento y la innovación son el motor del desarrollo.

Un Llamado a la Acción

Para finalizar, Ferrario hace un llamado a los señores gobernadores, como garantes del federalismo y con el peso institucional que les corresponde, para que cambien el rumbo. También apela a los legisladores que delegaron facultades en el Poder Ejecutivo, instándoles a recuperar su rol como poder del Estado. La anulación de este decreto es necesaria y urgente, y confía en que ellos puedan revertir esta situación.

Interacción con los Lectores

¿Qué opinas sobre los cambios propuestos en el decreto para el INTA? ¿Crees que es importante preservar la estructura federal y participativa del INTA? Comparte tus pensamientos y experiencias en los comentarios. ¿Has visto algún impacto similar en otras instituciones públicas? ¡Queremos escuchar tu opinión!