«Vi un bulto en una habitación y salí de la casa rápido con Emerenciano y nos fuimos a comer guiso»

A trece días de la caída del «clan Sena», la líder piquetera de Mujeres al Frente estuvo 40 minutos ante los fiscales y no apuntó contra nadie.

Por el homicidio agravado de Cecilia (28), quien fue registrada por última vez con vida por una cámara de seguridad frente a la casa de sus suegros en calle Santa María de Oro 1460, el día 2 de junio a las 9.15, declaró la suegra Marcela Acuña.

Cecilia dejaba la casa de su tía abuela Mercedes Flores el 1 de junio porque supuestamente se irían a vivir con su esposo César Sena (19) a Ushuaia. 

Casualmente, el acusado por femicidio es el único que no prestó declaración de imputado y tuvo procederes extraños estando alojado en la comisaría Tercera y desde el fin de semana en la seccional Sexta. 

En esos lugares, le escribió dos cartas al fiscal Jorge Cáceres Olivera y pidió ver a un sacerdote, lo que se concretó el martes con el cura Rafael Del Blanco.

Acuña y su hijo César Sena, los dos principales sospechosos del asesinato de Cecilia. Ayer, la dirigente piquetera y exprecandidata a intendenta declaró por cuarenta minutos.

El asesinato de la joven es un tema que acapara la atención del país, donde medios nacionales están cubriendo las novedades desde hace varios días y la noticia fue replicada por la prensa internacional.

El fin de semana largo trajo un sinfín de novedades, como se informó en ediciones anteriores, tal como fue la declaración de Emerenciano Sena: «Yo no estuve en el lugar y yo no fui».

También ya prestaron declaración el casero Gustavo Melgarejo, su esposa Griselda Reinoso, la secretaria de Acuña, Fabiana González, y su esposo Gustavo Obregón, sin dudas, el que más habló e incriminó.

Pero se esperó con expectativa la presencia de Acuña, quien compareció ante el Equipo Fiscal Especial (EFE) en avenida 9 de Julio 236. 

La acusada de ser coautora del homicidio de la esposa de su hijo concurrió bajo un estricto operativo de seguridad y en el interior de la fiscalía aguardaron sus abogados Juan Carlos Saife y Jorge Vallejos.

Acuña estuvo ante los fiscales Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez cuarenta minutos y su salida de la sede fiscal fue caótica por la demanda de los periodistas, ávidos de saber, y los fotógrafos que se esforzaban por capturar una imagen de la supuesta asesina. 

Hubo un exceso de parte de los policías que habían establecido un cordón perimetral y surgieron algunos roces con los trabajadores de prensa.