El Campo al Borde de la «Nueva Desilusión»: La Clase Productiva Pide Previsibilidad Ante el Regreso de las Retenciones

CÓRDOBA, Argentina. Apenas diecisiete días. Ese es el escaso lapso que separa al campo argentino de la finalización de la rebaja temporal de retenciones a las exportaciones de soja, maíz, sorgo y girasol. Y con la cuenta regresiva en marcha, las voces de alerta y el descontento vuelven a alzarse desde el corazón productivo del país, anticipando lo que muchos ya denominan «una nueva desilusión».

Las Sociedades Rurales que conforman el «Arco Noroeste» de Córdoba –un bloque influyente liderado por la Rural de Jesús María, y que incluye a las entidades de Cruz del Eje y Deán Funes– han expresado su «profunda preocupación ante la inminente vuelta de las retenciones o derechos de exportación (DEX) a los granos». Una medida que, según estas asociaciones, dista mucho de ser la «señal de cambio» que muchos productores habían interpretado inicialmente.

En un comunicado contundente, titulado precisamente «El campo en la antesala de una nueva desilusión» , las entidades rurales no se andan con rodeos. «Lejos de consolidar un nuevo rumbo para el agro argentino, esta medida representa una regresión que no solo afecta la rentabilidad, sino que golpea de lleno la confianza que el sector puso -una vez más- en la posibilidad de construir un país distinto, con reglas claras, previsibilidad y un verdadero federalismo productivo», sentencian.

La crítica es especialmente aguda para los productores de esta región, donde el peso de este impuesto es desproporcionadamente alto debido a su lejanía de los puertos. Además, recalcan que la mayoría de los productores son pymes y pequeños emprendedores, para quienes cada punto de retención impacta directamente en su subsistencia.

Un punto crucial que resalta el comunicado es la cosecha tardía de maíz en la región . Los productores del Arco Noroeste de Córdoba no habrán concluido la recolección de este cereal para el 30 de junio, fecha en que caduca la rebaja de retenciones. «Con lo cual, quedaremos fuera de toda posibilidad de encuadrarnos en la rebaja transitoria. Por ello, queremos tener igualdad de derechos en este punto temporal», exigen, visibilizando una asimetría que golpea directamente su rentabilidad.

La vuelta de las retenciones a sus alícuotas anteriores es vista como un doloroso recordatorio de promesas incumplidas. «Esta historia ya la vivimos cuando discursos de alivio fiscal terminaron contradichos por hechos similares al que está por suceder», fustigaron, evidenciando una fatiga ante un esquema que perciben como recurrente.

El Ahogo de los Impuestos: Más Allá de las Retenciones

Pero el reclamo del campo va más allá de los derechos de exportación. Las asociaciones del Arco Noroeste insisten en que las retenciones «no son el único ingrediente de esta receta» perjudicial para la rentabilidad de los productores. «A ellos se suman los impuestos provinciales, las tasas municipales y otros tributos que, en conjunto, conforman un combo asfixiante», enfatizan.

El resultado de esta carga fiscal combinada es desolador: «menos incentivos para invertir, menos previsibilidad para planificar y más razones para que las nuevas generaciones se alejan del campo. Lo dijimos infinidades de veces», sentencian con frustración.

El comunicado finaliza con un llamado contundente a las autoridades: «Reclamamos, una vez más, que se escuche al interior productivo. Que se construyen políticas públicas a largo plazo, con verdadero consenso federal. Porque sin campo no hay país y sin confianza no hay futuro». Un mensaje claro que busca recordar la vital importancia del sector agropecuario para la economía y el desarrollo de Argentina, y la necesidad urgente de generar un marco de previsibilidad que les permita seguir produciendo y aportando al país. La cuenta regresiva continúa, y con ella, la incertidumbre en el corazón del campo.